el rol de familia y de la sociedad
concepto :
La familia es la institución social que se encarga de reproducir o cambiar el sistema, según se conforme.
Hay diversos tipos de familia y cambian con el paso del tiempo, pues la dinámica familiar depende mucho de factores como la economía, la tecnología y el descubrimiento de nuevos conocimientos.
Hay diversos tipos de familia y cambian con el paso del tiempo, pues la dinámica familiar depende mucho de factores como la economía, la tecnología y el descubrimiento de nuevos conocimientos.
Esta particularidad va a depender de varios aspectos como:
- la historia familiar,
- la historia intergeneracional,
- los valores culturales,
- la sociedad en la cual vive,
- la situación y relaciones presentes de esa familia.

opinión sobre el tema :
En mi opinión, la familia está para apoyarte en lo que pueda y llevarte por el camino correcto.
La familia transmite la cultura de generación en generación,aportando una garantía de futuro.
La familia debería transmitir los valores de justicia, paz ,dimensiones sociales y personal de la persona humana.
El papel de la familia como transmisor de valores, columna vertebral de la sociedad y elemento primordial en la educación de los hijos capitalizaron los debates de la Semana de Formación Cristiana de Adultos efectuada en el concello de Ribeira y que este año llegó a su dieciocho edición.
Unas cien personas asistieron a las jornadas clausuradas el pasado viernes con el análisis de un tema de candente actualidad, las parejas de hecho. Los ponentes no cuestionaron la elección de este tipo de unión, sino el hecho de que sus miembros reclamen los mismos derechos que quienes han decidido asumir un compromiso cívico y eclesial.
Durante su intervención, los delegados diocesanos Jesús Calzada y Felisa Mozo calificaron el matrimonio como la única relación en la que se valora a la persona por lo que es y no por lo que posee, como ocurre en otros ámbitos de la vida.
Las sesiones se inauguraron el lunes con una disertación de la psicóloga Ana Álvarez sobre la necesidad de que progenitores y maestros unifiquen posturas en la educación de los niños. Al tiempo, la especialista incidió en la importancia de que tanto el padre como la madre coincidan en la aplicación de los criterios formativos, recordando que es frecuente en los hogares la disparidad de opiniones manifestada ante los hijos.
Problemas como la droga, el alcohol, la influencia de la televisión, la excesiva permisividad, la competitividad o el egoísmo también fueron objeto de estudio.
Las jornadas han servido, en opinión del párroco, Césareo Canaval, para ahondar en el papel de las familias dentro de la sociedad actual. El sacerdote dice que durante los cuatro días las charlas fueron el prólogo de coloquios en los que se pusieron de manifiesto puntos de vista diferentes, incluso contrarios a las tesis mantenidas por los conferenciantes.
¿¿¿Como influye la familia en la sociedad peruana???
La familia es ante todo una institución social que influye con valores y moral, donde los padres y hermanos enseñan normas reforzadas para ayudar en la conducta de los hijos, en ningún otro campo influyen como en éste la religión, las buenas costumbres y la moral. La importancia de dichos valores morales no solo es para como los niños responden ante cada situación concreta que se les pregunta, sino que los envuelve, influye, detiene o estimula. Entran en contacto con valores familiares no solo del ambiente que los rodea y del núcleo donde se desenvuelven social y educativa mente.
A lo largo de la historia la familia ha prevalecido como una institución viva y universal, es la base de toda cultura. La importancia de la familia y de su bienestar proviene de la influencia que ejerce en el individuo y su trascendencia sobre el ambiente. Es el primer lugar donde el ser humano percibe a los demás y se integra a la comunidad.
A lo largo de la historia la familia ha prevalecido como una institución viva y universal, es la base de toda cultura. La importancia de la familia y de su bienestar proviene de la influencia que ejerce en el individuo y su trascendencia sobre el ambiente. Es el primer lugar donde el ser humano percibe a los demás y se integra a la comunidad.
La importancia de la familia:
Es por lo anterior que dentro de los programas del Centro de Habilitación Ángeles se brindan también terapias de Orientación y Apoyo Familiar, las cuales tienen la finalidad de enseñarles a los parientes a interactivo con el paciente, con apoyo durante su alimentación y otras actividades de vida diaria, por ejemplo, pero sin desarrollar una sobre protección.
Al igual que las personas afectadas, sus parejas, padres, hermanos e hijos, también deben aprender a manejar la frustración, enojo, ansiedad o depresión, que puedan presentarse, tanto en ellos como en el paciente.
La especialista puntualizó que este programa facilita a los miembros de la familia la adaptación a la nueva situación originada luego del daño cerebral o medular sufrido por uno de sus miembros. Ayuda a los parientes a afrontar los problemas correctamente, a que la calidad de vida del paciente y de su familia se resienta en el menor grado con las circunstancias.
En este contexto, destacó, es fundamental crear en la sociedad una conciencia de lo que es la habilitación así como abrir espacios para la existencia de una cultura del paciente discapacitado y, en un futuro, poder crear otros centros que permitan una mejor y mayor recuperación.
De esta forma, la familia cumplirá roles y funciones determinantes para el bienestar no solo del hijo/a con discapacidad, sino de toda la familia, estas serán:
- Cumplir con las normas de disciplina y orden de la escuela regular (puntualidad, cumplimiento y seguimiento a las tareas escolares).
- Asistir a las reuniones planeadas tanto por el docente regular, como por el docente especial.
- Involucrarse activamente en las estrategias de abordaje que faciliten el proceso de enseñanza-aprendizaje.
- Promover en los diferentes ambientes el derecho de igualdad de oportunidades.
- Promover el apoyo entre los miembros de la comunidad educativa.
La contribución de la familia
La familia tiene una importante contribución que hacer a la educación en general y al aprendizaje de sus hijos, en particular. La colaboración solo se puede conseguir si ambos, profesionales y padres, valoran sus respectivos aportes y cada uno asume la parte que le corresponde hacer para que se produzca la colaboración. El punto de partida es reconocer las diversas formas de contribución que se pueden dar:
El derecho a la familia
Considerando las necesidades de los niños, la educación inclusiva se sustenta en el reconocimiento de los derechos de los niños, consagrados en la Convención de los Derechos de Niño de las Naciones Unidas. En ella se defiende el derecho fundamental de todo niño y niña de tener un hogar, una familia y ser miembro de la comunidad local. En particular, esto significa que el sistema educativo tiene que evitar aquellas situaciones que puedan suponer separar a los niños y niñas de su familia o de su comunidad para que reciban educación.
Integración a la familia

Si la meta final es que el niño/a se incluya activamente en la sociedad, es fundamental que dicha inclusión parta del contexto familiar. Más aún, la participación en las experiencias cotidianas que se dan en el hogar y en la comunidad son esenciales para el desarrollo integral del niño. Sin embargo, la familia suele experimentar tensiones o stress cuando sus hijos sufren cualquier tipo de dificultad y esto puede provocar problemas en su relación con ellos. Las escuelas u otros servicios relacionados con la educación pueden estimular que dichas familias se contacten con otras familias que les proporcionen apoyo o entre la familia y la escuela, a objeto de que liberen sus tensiones y recuperen la esperanza y el optimismo.
Apoyo al aprendizaje y desarrollo del niño en el hogar
Los/as niños/as alcanzan mayores éxitos en el aprendizaje cuando existe coincidencia en cuanto a las expectativas y oportunidades de aprendizaje entre la escuela y el hogar. Cuando los padres y los docentes trabajan juntos, se amplían las posibilidades de ofrecerles apoyo a los estudiantes y satisfacer de mejor forma sus necesidades educativas. Existen diversas maneras sencillas de promover el desarrollo de los estudiantes a través del refuerzo de las experiencias naturales de aprendizaje que ocurren en el hogar, así como mediante la generación de relaciones sociales en el contexto más amplio de la comunidad. Es necesario que la escuela le entregue orientación y apoyo a la familia, para que ésta le proporcione experiencias de aprendizaje apropiadas a sus hijos/as.
Compartir con la escuela el conocimiento acerca del niño/a
Las familias tienen un profundo conocimiento sobre el desarrollo de sus hijos el cual resulta altamente valioso para comprender sus necesidades educativas. Este conocimiento incluye información acerca del desenvolvimiento del niño/a en el hogar y la comunidad, así como sobre sus intereses y deseos. Los docentes por sí solos no pueden acceder a este tipo de información sin la ayuda de la familia. Para recoger esta información, la familia puede por ejemplo llevar un diario con sus observaciones y comentarios acerca del progreso de sus hijos, resultan de utilidad consignas tales como “cosas importantes que recordar”. Esta información proveniente del conocimiento de los padres acerca de sus hijos, permite una mejor planificación educativa y una mejor comprensión por parte de los docentes acerca del desarrollo de los/as estudiantes.
El derecho a la colaboración
El sistema educativo debe reconocer el derecho que tienen las familias de participar en la decisiones que la escuela toma acerca de sus hijos. Por ejemplo, es recomendable que los padres sean considerados en las reuniones donde se discutirán aspectos relacionados con la situación educativa de sus hijos/as, de esta manera se asegura que las decisiones se tomen sobre la base de toda la información disponible.
También permite a la familia actuar, en el buen sentido, como defensores de los derechos de los niños en el proceso de toma de decisiones. Se puede estimular también a la familia a participar en reuniones y talleres dirigidos a la comunidad educativa con la finalidad de que adquieran habilidades de liderazgo para promover el desarrollo de comunidades más inclusivas.
La responsabilidad de los padres
Aunque existe un creciente reconocimiento de que los padres, la familia y la comunidad tienen derecho a involucrarse en la toma de decisiones relacionadas con la educación de los niños/as, existe también el deber y la responsabilidad de todos ellos para con los niños/as, de modo de asegurar que los derechos de éstos están siendo protegidos. Las familias pueden actuar como defensores de los derechos de los niños/as, pero algunas veces pueden darse circunstancias en las cuales los deseos de la familia y los intereses del niño/a sean diferentes. El sistema educativo debe encontrar las formas que estos conflictos no surjan con mucha frecuencia y saber manejarlos apropiadamente cuando estos se presentan.
Construyendo relaciones de colaboración con la familia
Construir relaciones de colaboración con la familia es un proceso y, por lo tanto, no se puede esperar que ocurra de la noche a la mañana. Este requiere de un cuidadoso planeamiento que involucra construir paso a paso una relación de confianza con la escuela, los profesores y otros profesionales. A partir de esta confianza inicial, la familia puede desarrollar la seguridad para trabajar en colaboración con los profesores como socios igualitarios. En el largo plazo, esta relación de confianza producirá un sentimiento de empoderamiento y apropiación de su rol que hará posible que la familia se convierta en un ferviente colaborador de la escuela.
La familia tiene una importante contribución que hacer a la educación en general y al aprendizaje de sus hijos, en particular. La colaboración solo se puede conseguir si ambos, profesionales y padres, valoran sus respectivos aportes y cada uno asume la parte que le corresponde hacer para que se produzca la colaboración. El punto de partida es reconocer las diversas formas de contribución que se pueden dar:
El derecho a la familia
Considerando las necesidades de los niños, la educación inclusiva se sustenta en el reconocimiento de los derechos de los niños, consagrados en la Convención de los Derechos de Niño de las Naciones Unidas. En ella se defiende el derecho fundamental de todo niño y niña de tener un hogar, una familia y ser miembro de la comunidad local. En particular, esto significa que el sistema educativo tiene que evitar aquellas situaciones que puedan suponer separar a los niños y niñas de su familia o de su comunidad para que reciban educación.
Integración a la familia
Si la meta final es que el niño/a se incluya activamente en la sociedad, es fundamental que dicha inclusión parta del contexto familiar. Más aún, la participación en las experiencias cotidianas que se dan en el hogar y en la comunidad son esenciales para el desarrollo integral del niño. Sin embargo, la familia suele experimentar tensiones o stress cuando sus hijos sufren cualquier tipo de dificultad y esto puede provocar problemas en su relación con ellos. Las escuelas u otros servicios relacionados con la educación pueden estimular que dichas familias se contacten con otras familias que les proporcionen apoyo o entre la familia y la escuela, a objeto de que liberen sus tensiones y recuperen la esperanza y el optimismo.
Apoyo al aprendizaje y desarrollo del niño en el hogar
Los/as niños/as alcanzan mayores éxitos en el aprendizaje cuando existe coincidencia en cuanto a las expectativas y oportunidades de aprendizaje entre la escuela y el hogar. Cuando los padres y los docentes trabajan juntos, se amplían las posibilidades de ofrecerles apoyo a los estudiantes y satisfacer de mejor forma sus necesidades educativas. Existen diversas maneras sencillas de promover el desarrollo de los estudiantes a través del refuerzo de las experiencias naturales de aprendizaje que ocurren en el hogar, así como mediante la generación de relaciones sociales en el contexto más amplio de la comunidad. Es necesario que la escuela le entregue orientación y apoyo a la familia, para que ésta le proporcione experiencias de aprendizaje apropiadas a sus hijos/as.
Compartir con la escuela el conocimiento acerca del niño/a
Las familias tienen un profundo conocimiento sobre el desarrollo de sus hijos el cual resulta altamente valioso para comprender sus necesidades educativas. Este conocimiento incluye información acerca del desenvolvimiento del niño/a en el hogar y la comunidad, así como sobre sus intereses y deseos. Los docentes por sí solos no pueden acceder a este tipo de información sin la ayuda de la familia. Para recoger esta información, la familia puede por ejemplo llevar un diario con sus observaciones y comentarios acerca del progreso de sus hijos, resultan de utilidad consignas tales como “cosas importantes que recordar”. Esta información proveniente del conocimiento de los padres acerca de sus hijos, permite una mejor planificación educativa y una mejor comprensión por parte de los docentes acerca del desarrollo de los/as estudiantes.
El derecho a la colaboración
El sistema educativo debe reconocer el derecho que tienen las familias de participar en la decisiones que la escuela toma acerca de sus hijos. Por ejemplo, es recomendable que los padres sean considerados en las reuniones donde se discutirán aspectos relacionados con la situación educativa de sus hijos/as, de esta manera se asegura que las decisiones se tomen sobre la base de toda la información disponible.
También permite a la familia actuar, en el buen sentido, como defensores de los derechos de los niños en el proceso de toma de decisiones. Se puede estimular también a la familia a participar en reuniones y talleres dirigidos a la comunidad educativa con la finalidad de que adquieran habilidades de liderazgo para promover el desarrollo de comunidades más inclusivas.
La responsabilidad de los padres
Aunque existe un creciente reconocimiento de que los padres, la familia y la comunidad tienen derecho a involucrarse en la toma de decisiones relacionadas con la educación de los niños/as, existe también el deber y la responsabilidad de todos ellos para con los niños/as, de modo de asegurar que los derechos de éstos están siendo protegidos. Las familias pueden actuar como defensores de los derechos de los niños/as, pero algunas veces pueden darse circunstancias en las cuales los deseos de la familia y los intereses del niño/a sean diferentes. El sistema educativo debe encontrar las formas que estos conflictos no surjan con mucha frecuencia y saber manejarlos apropiadamente cuando estos se presentan.
Construyendo relaciones de colaboración con la familia
Construir relaciones de colaboración con la familia es un proceso y, por lo tanto, no se puede esperar que ocurra de la noche a la mañana. Este requiere de un cuidadoso planeamiento que involucra construir paso a paso una relación de confianza con la escuela, los profesores y otros profesionales. A partir de esta confianza inicial, la familia puede desarrollar la seguridad para trabajar en colaboración con los profesores como socios igualitarios. En el largo plazo, esta relación de confianza producirá un sentimiento de empoderamiento y apropiación de su rol que hará posible que la familia se convierta en un ferviente colaborador de la escuela.
Qué excelente artículo, me ha encantado. La manera en que explicas cada tema con tanta claridad es admirable. Si te interesa seguir explorando más sobre Santiago de Surco, te recomiendo visitar mi blog de Santiago de Surco.
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